Los adultos mayores, nacidos principalmente entre 1925 y 1944, son calificados como la generación del silencio e inmigrantes tecnológicos, ya que han sido testigos distantes de todo el proceso de cambio de las nuevas tecnologías. Profundizar en ellos la alfabetización digital es un desafío permanente.
La resistencia al cambio, la falta de conocimiento y el hecho de que muchos de los dispositivos no estén adaptados a sus capacidades limitadas por su edad, como la visión y la coordinación con los dedos, son factores que influyen en que muchos adultos mayores se queden excluidos del uso de nuevas tecnologías, aumentando con ello las brechas generacionales en nuestra sociedad.
Según datos de la última Encuesta Nacional de Acceso y Uso de Internet realizada por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), indica que el 60% de quienes tienen entre 61 y 75 años no ha usado nunca un computador. Según el último Censo INE Chile, este grupo de personas corresponde al 14,7% de la población del país, lo que hace que la alfabetización tecnológica sea un tema social relevante.
¿Qué aleja a los abuelos de las nuevas tecnologías?
Entre los principales factores se encuentran la falta de conocimiento sobre la practicidad y diferentes utilidades, la idea preconcebida de ser dispositivos demasiados complicados y la economía, ya que las nuevas tecnologías pueden resultar costosas.
Para Carmen Gloria Castro, experta en tecnologías educativas y creadora Pixtoome, la app chilena que simplifica la relación entre alumnos, profesores y apoderados; las excusas más recurrente en los adultos al momento de intentar acercarse a las tecnologías son principalmente la falta de tiempo, el temor a descomponer algo y la situación económica ajustada a sus necesidades básicas. “Por lo general, la tecnología es vista como algo complejo para ellos y muchos no lo consideran necesario”, opina.
Los principales beneficios.
Al aprender nuevos conceptos se favorece la conexión entre neuronas que previamente no estaban conectadas, lo que aumenta la capacidad cognitiva (memoria, atención y concentración), generando un impacto positivo para la salud del adulto mayor. Junto a ello, el uso del smartphone, herramientas como el correo electrónico, las redes sociales y la mensajería instantánea, ayudan a combatir el aislamiento.
El acceso al mundo virtual les abre la oportunidad de mejorar su nivel de comunicación con el mundo exterior, especialmente con su red familiar. “La tecnología mejora su calidad de vida, ya que no solo se trata de comunicación, se trata de conectividad, de mantener sus redes activas, fortalecer su independencia y mantener joven y activo su espíritu”, afirma Castro.
¿Cómo hacerlos parte?
Pese a la resistencia que pueden presentar, los expertos consideran que los adultos mayores pueden comprender que son capaces de contribuir con sus familiares en ciertas tareas (escolares, por ejemplo), acceder a recetas de cocina, ver videos y comunicarse.
“El secreto en este proceso es tener paciencia con ellos. En mi experiencia llevando la aplicación Pixtoome muchas escuelas del país, me he dado cuenta que integrar a los adultos mayores al uso de tecnología es una constante preocupación y es por ello que tenemos un trato más personalizado. Con respecto a la usabilidad, la experiencia ha sido positiva, gracias a la ayuda y apoyo principalmente por parte de “los nietos” veo como la brecha digital disminuye y mediante esta app ellos logran comunicarse de manera rápida y efectiva con el profesores”, comenta Castro.
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